Hoy, empezamos nuestra aventura bloguera. La principal intención de esta ventana que intentamos abrir, es la de la concienciación de Propiedades y Constructoras, sobre la importancia de la Protección Pasiva en la Construcción y Rehabilitación de Edificios.
Efectivamente, no estamos en el mejor momento económico, pero claramente tenemos una responsabilidad sobre lo que hacemos, aunque no lo veamos.
Importancia de la Protección Pasiva contra el Fuego
Esta pequeña parcela de la Protección Pasiva contra el Fuego comprende la posibilidad de minimizar los daños de un incendio, no solo porque la norma C.T.E. nos obligue a ello, sino por la pérdida de vidas humanas, materiales e instalaciones.
Tendemos a pensar, que las estructuras portantes de los edificios, por ser construidas en materiales ignífugos, acero, hormigón, etc., no sufres las acciones del fuego respecto a su resistencia mecánica. Nada más lejos de la realidad, estos elementos en la acción de un fuego real, sufren por efecto temperatura, la pérdida de resistencia, por lo cual queda el soporte principal del edificio expuesto a su derrumbe en un corto espacio de tiempo.
Soluciones de Protección Pasiva
El mercado está lleno de productos ignífugos, morteros de vermiculita, lana de roca, pinturas intumescentes, placas de silicato cálcico, etc., preparados y ensayados bajo las normas UNE EN., para dar respuestas a estos problemas.
La suma de soluciones de Protección Pasiva, es la manera más económica, efectiva y duradera de circunscribir un posible conato de incendio al sector en el que se inicia.
Esta compartimentación de los edificios, mediante sellados de las instalaciones, la colocación de collarines intumescentes, la posibilidad de poder ventilar un cuarto con un conducto de ventilación resistente al fuego y salvar vidas, se debería dar la importancia que realmente tiene.